viernes, 31 de julio de 2015

Conclusión La ergonomía es el estudio sistemático de las personas

La ergonomía es el estudio sistemático de las personas en su entorno de trabajo con el fin de mejorar su situación laboral, sus condiciones de trabajo y las tareas que realizan. El objetivo es adquirir datos relevantes y fiables que sirvan de base para reco- mendar cambios en situaciones específicas y para desarrollar teorías, conceptos, directrices y procedimientos más generales que contribuyan a un continuo desarrollo de los conocimientos en el campo de la ergonomía.

jueves, 30 de julio de 2015

Satisfacción en el trabajo y desarrollo personal

Si se parte del principio de que el trabajador u operador humano debe ser tratado como una persona y no como un robot, se desprende que deberían valorarse sus responsabilidades, acti- tudes, creencias y valores. Esto no es nada fácil, ya que hay muchas variables en juego, en su mayoría detectables pero no cuantificables, y enormes diferencias individuales y culturales. Sin embargo, gran parte del esfuerzo se concentra actualmente en el diseño y la organización del trabajo, con el fin de asegurar que la situación sea lo más satisfactoria posible, desde el punto de vista del operador. Es posible realizar algunas mediciones utilizando técnicas de encuesta y se dispone de algunos criterios basados en ciertas características del trabajo, como la autonomía y el grado de responsabilidad. Estos esfuerzos requieren tiempo y dinero, pero pueden obtenerse considerables beneficios si se escuchan las sugerencias, opiniones y actitudes de las personas que están reali- zando el trabajo. Su enfoque puede no ser el mismo que el del
“diseñador” externo del trabajo, y puede no coincidir con los supuestos del organizador o planificador del trabajo. Estas diferencias de opinión son importantes y pueden llegar a producir un cambio positivo en la estrategia, por parte de todos los implicados.
No hay duda de que el ser humano aprende continuamente si está rodeado de las condiciones adecuadas. La clave es proporcionarle información sobre la actuación pasada y presente, que podrá utilizar para mejorar la actuación futura. Más aún, tal información actuará como un incentivo del rendimiento. De esta forma todo el mundo gana: la persona que ejecuta el trabajo y los responsables, en un sentido más amplio, de esta ejecución. De esto puede concluirse que hay mucho que ganar con una mejora en la ejecución del trabajo, inclusive para el desarrollo personal. El principio de que el desarrollo personal debe ser un aspecto en la aplicación de la ergonomía, requiere mayores habilidades por parte del diseñador y del organizador, pero si se logran aplicar adecuadamente, mejorarán todos los aspectos de la actuación humana antes mencionados.
Con frecuencia, aplicar con éxito la ergonomía sólo consiste en desarrollar la actitud o el punto de vista idóneos. Las personas son, inevitablemente, el factor central de cualquier esfuerzo humano, y por tanto, es inherentemente importante considerar sistemáticamente sus méritos, limitaciones, necesi- dades y aspiraciones.

miércoles, 29 de julio de 2015

Fiabilidad y calidad

Como se indicó anteriormente, en los sistemas de alta tecnología (por ejemplo, transporte aéreo de pasajeros, refinerías de crudo o plantas de generación de energía), la medida clave es la fiabilidad, más que la productividad. Los controladores de dichos sistemas vigilan el rendimiento y contribuyen a la productividad y a la seguridad haciendo los ajustes precisos para garantizar que las máquinas automáticas están conectadas y funcionan dentro de sus límites. Todos estos sistemas se encuentran en un estado de máxima seguridad cuando están inactivos, o cuando funcionan dentro de las condiciones de funcionamiento proyectadas; son más peligrosos cuando se mueven entre estados de equilibrio, por ejemplo, durante el despegue de un avión o cuando se está dete- niendo un sistema de proceso. Una alta fiabilidad es una caracte- rística clave no sólo por motivos de seguridad, sino también porque una interrupción o parada no planificada resulta extre- madamente costosa. La fiabilidad es fácil de medir después de obtenido el resultado, pero es muy difícil de predecir, a menos que se haga por referencia a resultados anteriores de sistemas similares. Cuando algo va mal, el error humano es invariable- mente una causa que contribuye, pero no siempre significa que se trate de un error del controlador. Los errores humanos pueden originarse en la fase de diseño y durante la puesta en marcha y el mantenimiento. Actualmente se acepta que estos sistemas de alta tecnología, tan complejos, requieren un estudio ergonómico considerable y continuo desde el diseño hasta la valoración de cualquiera de los fallos que puedan producirse.
La calidad está en relación con la fiabilidad, pero es muy difícil, si no imposible, de medir. Tradicionalmente, en los sistemas de producción en cadena y por lotes, la calidad se controlaba inspeccionando el producto terminado, pero en la actualidad se combinan la producción y el mantenimiento de la calidad. Así, cada operador tiene una responsabilidad paralela, como inspector. Esto suele resultar más efectivo, pero puede significar el abandono de la política de incentivos basada simple- mente en las tasas de producción. En términos ergonómicos, lo normal es tratar al operador como una persona responsable y no como un robot programado para una actividad repetitiva.

viernes, 17 de julio de 2015

Productividad y eficacia

unidad de tiempo, mientras que la eficacia incorpora otras varia- bles, en particular la relación resultado-inversión. La eficacia incorpora el coste de lo que se ha hecho en relación con los logros, y en términos humanos, esto implica la consideración de los costes para el operador humano.
En la industria, la productividad es relativamente fácil de medir: la cantidad producida puede contarse y el tiempo inver- tido en producir es fácil de determinar. Los datos sobre producti- vidad suelen utilizarse en comparaciones del tipo antes/después de la modificación de métodos, situaciones o condiciones de trabajo. Esto implica asumir una serie de suposiciones, como la equivalencia entre el esfuerzo y otros costes, porque se basa en el principio de que el operador humano rendirá tanto como lo permitan las circunstancias. Si la productividad aumenta, esto significa que las circunstancias son mejores. Hay muchas razones para recomendar este sencillo enfoque, a condición de que se utilice teniendo en cuenta los posibles factores de confu- sión que pueden enmascarar lo que está ocurriendo realmente. La mejor garantía de ello es intentar asegurarse de que nada ha cambiado entre la situación anterior y la posterior, con excep- ción de los aspectos que se están estudiando.
La eficacia es la medida más global, pero también la más difícil de determinar. Por lo general, debe definirse específica- mente para cada situación particular, y en la valoración de los resultados de cualquier estudio deberá comprobarse que la defi- nición es relevante y válida para las conclusiones obtenidas. Por ejemplo, ¿montar en bicicleta, es más eficaz que andar? Montar en bicicleta es más productivo en términos de la distancia que es posible recorrer en un tiempo determinado, y más eficaz en términos de la energía consumida por unidad de distancia o, si se trata de un ejercicio realizado dentro de casa, porque la bici- cleta es más sencilla y económica que otro tipo de aparatos. Por otra parte, la finalidad del ejercicio podría ser el consumo de energía por motivos de salud, o la subida de una montaña en un terreno difícil; en estas circunstancias, caminar será más eficaz. Así, la medida de la eficacia sólo tiene sentido en un contexto bien definido.

miércoles, 15 de julio de 2015

Ejemplo Requisitos para la aplicación del sistema: revisión, verificación y validación

En la Tabla 32.5 se ofrecen algunos ejemplos de cada uno de los cuatro sistemas de clasificación de enfermedades y lesiones, para ilustrar el nivel de detalle y la riqueza del sistema final. La potencia del sistema en su conjunto se demuestra en la Tabla 32.6, en la que se señalan las características que se ta- bularon para un conjunto de lesiones relacionadas: las caídas. Además de las caídas totales, se distingue entre las caídas en un mismo plano, las caídas a un plano más bajo y los saltos a un plano más alto. Puede observarse, por ejemplo, que la probabi- lidad de sufrir una caída es mayor en los trabajadores de 25 a
34 años, los operadores de máquinas y peones, los trabajadores de industrias manufactureras y los que tienen menos de cinco años de experiencia en su actual empleo (datos no representados).
Los accidentes se asociaron con más frecuencia con trabajos en el suelo o en superficies a ras de suelo, y las lesiones sufridas con más frecuencia fueron las dislocaciones o distensiones de espalda, causantes de la baja laboral durante más de un mes.

Es evidente que este tipo de datos pueden tener una impor tante repercusión en los programas de prevención de accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo. Pese a ello, no indican qué profesiones o sectores son los más peligrosos, puesto que hay profesiones muy peligrosas que cuentan con un pequeño número de trabajadores. La determinación de los niveles de riesgo asociados a ciertas profesiones y sectores se expone en el siguiente artículo “Análisis del riesgo de lesiones y enfermedades no mortales en el lugar de trabajo”.

martes, 14 de julio de 2015

Requisitos para la aplicación del sistema: revisión, verificación y validación (II)

Es evidente que los controles de edición no pueden ser nunca lo suficientemente estrictos para detectar todos los datos sospechosos. Debe comprobarse la lógica global de éstos. Por ejemplo, según la información recogida durante años sobre la parte del cuerpo afectada, casi el 25 % de los casos mencionan la espalda. Este porcentaje constituye un punto de referencia para el personal que debe validar los datos. Un análisis de tabu- laciones cruzadas de la sensibilidad global facilita también infor- mación sobre la aplicación más o menos correcta del sistema. Finalmente, existen algunos episodios especiales y raros, como la tuberculosis de origen profesional, que deben validarse. Un aspecto importante de un sistema de validación exhaustivo podría consistir en volver a establecer contacto con la empresa para verificar la exactitud de su informe, aunque para ello se necesitan recursos adicionales.

domingo, 12 de julio de 2015

Requisitos para la aplicación del sistema: revisión, verificación y validación (I)

La preparación de un sistema de clasificación exhaustivo es sólo un paso para recopilar y facilitar a los usuarios información fide- digna sobre las lesiones y enfermedades que se originan en el lugar de trabajo. Es importante que los profesionales sepan cómo se aplica ese sistema de una manera exacta, uniforme y acorde con el diseño previsto.
La primera medida de garantía de calidad consistió en impartir una formación exhaustiva a las personas responsables de asignar los códigos del sistema de clasificación. Se organi- zaron cursos de iniciación, de nivel intermedio y avanzados para enseñar técnicas normalizadas de codificación. Un pequeño grupo de personas que participaron en estos cursos se encar- garon de organizar otros cursos iguales para el personal intere- sado en todo el territorio de Estados Unidos.
Se incorporaron controles electrónicos de edición para ayudar en el proceso de revisión, verificación y validación de las carac- terísticas y los datos demográficos de los casos. Se establecieron los criterios de lo que puede y no puede combinarse y se intro- dujo un sistema automatizado para detectar combinaciones erróneas. Este sistema contiene más de 550 grupos de compro- baciones cruzadas para verificar que los datos introducidos superen los controles de calidad. Por ejemplo, un caso que iden- tifique el síndrome del tunel carpiano como causa de lesión de una rodilla sería considerado como un error. Este sistema auto- matizado identifica también códigos no válidos, es decir, que no existen en el sistema de clasificación.

sábado, 11 de julio de 2015

Fuente secundaria de la lesión o enfermedad

La BLS y otros usuarios de los datos coinciden en que el sistema de clasificación de la fuente de lesión o enfermedad profesional indica el objeto que produce la lesión o enfermedad, pero algunas veces no refleja otras importantes aportaciones al episodio. En el sistema precedentes, por ejemplo, si un trabajador se golpeaba con un trozo de madera que salía despedido de una sierra atas- cada, la madera era la fuente de la lesión, pero no se indicaba el hecho de que la sierra fuera eléctrica. Si un trabajador sufría quemaduras durante un incendio, la llama era la fuente de la lesión, pero no se indicaba la causa del incendio.
Para evitar esta posible pérdida de información, la BLS esta- bleció una fuente secundaria de la lesión o enfermedad que
“identifica el objeto, sustancia o persona que generó la fuente de la lesión o enfermedad o contribuyó al episodio o exposición”. Las normas específicas para la selección de este código hacen hincapié en la identificación de máquinas, herramientas, equipos u otras sustancias generadoras de energía (como líquidos inflamables) que no se identifican en la fuente principal. En el primero de los ejemplos anteriores, la sierra eléctrica sería la fuente secundaria, puesto que lanzó la pieza de madera. En el último ejemplo, la fuente secundaria sería la sustancia que provocó la ignición (grasa, gasolina, etc.).

viernes, 10 de julio de 2015

Validez interna

Se dice que un estudio es internamente válido cuando está libre de sesgos y, por consiguiente, refleja fielmente la asociación entre exposición y enfermedad que existe en la población del estudio. La observación de un riesgo de enfermedad asociado a una expo- sición puede ser, de hecho, el resultado de una asociación real, en cuyo caso será válida, pero puede también reflejar la influencia de sesgos que ofrecen una imagen distorsionada de la realidad.
En general, se distinguen tres tipos de sesgos, llamados también errores sistemáticos:
• Sesgo de selección.
• Sesgo de información u observación.
• Confusión.

Estos tres tipos de sesgos se describen brevemente a continua- ción, utilizando ejemplos extraídos del contexto de la higiene industrial.

jueves, 9 de julio de 2015

ASPECTOS RELACIONADOS CON LA VALIDEZ DEL DISEÑO DEL ESTUDIO

La necesidad de la validez

La epidemiología tiene como finalidad facilitar información sobre las enfermedades que afectan a las poblaciones. En particular, puede utilizarse para obtener información sobre las causas profe- sionales de los problemas de salud. Esta información se deriva de los estudios realizados en grupos de personas que presentan una enfermedad, comparándolas con personas que no presentan dicha enfermedad. Otro enfoque consiste en analizar las enfer- medades que aparecen en personas sometidas a ciertas exposi- ciones en su trabajo y compararlas con las pautas de esas mismas enfermedades en las personas que no están sometidas a dichas exposiciones. De esta forma, se puede estimar el riesgo de enfer- medad asociado a exposiciones específicas. Si se pretende que la información obtenida de este tipo de estudios pueda utilizarse para diseñar programas de prevención, identificar enfermedades profesionales e indemnizar debidamente a los trabajadores afec- tados por las exposiciones, estos estudios deben ser válidos.
La validez puede definirse como la capacidad de un estudio para reflejar la situación real. Un estudio válido es, por consi- guiente, aquel que mide correctamente la asociación (ya sea positiva, negativa o inexistente) entre una exposición y una enfermedad y que describe la dirección y la magnitud de un riesgo real. Se pueden distinguir dos tipos de validez: interna y externa. La validez interna es la capacidad de un estudio para reflejar lo que realmente les sucede a los participantes del estudio; la validez externa refleja lo que podría ocurrir en la población.
La validez hace referencia a la fiabilidad de la medición y no debe confundirse con la precisión de la medición, que es una función del tamaño del estudio y de la eficiencia del diseño del estudio.

miércoles, 8 de julio de 2015

Fiabilidad y calidad

Como se indicó anteriormente, en los sistemas de alta tecnología (por ejemplo, transporte aéreo de pasajeros, refinerías de crudo o plantas de generación de energía), la medida clave es la fiabilidad, más que la productividad. Los controladores de dichos sistemas vigilan el rendimiento y contribuyen a la productividad y a la seguridad haciendo los ajustes precisos para garantizar que las máquinas automáticas están conectadas y funcionan dentro de sus límites. Todos estos sistemas se encuentran en un estado de máxima seguridad cuando están inactivos, o cuando funcionan dentro de las condiciones de funcionamiento proyectadas; son más peligrosos cuando se mueven entre estados de equilibrio, por ejemplo, durante el despegue de un avión o cuando se está dete- niendo un sistema de proceso. Una alta fiabilidad es una caracte- rística clave no sólo por motivos de seguridad, sino también porque una interrupción o parada no planificada resulta extre- madamente costosa. La fiabilidad es fácil de medir después de obtenido el resultado, pero es muy difícil de predecir, a menos que se haga por referencia a resultados anteriores de sistemas similares. Cuando algo va mal, el error humano es invariable- mente una causa que contribuye, pero no siempre significa que se trate de un error del controlador. Los errores humanos pueden originarse en la fase de diseño y durante la puesta en marcha y el mantenimiento. Actualmente se acepta que estos sistemas de alta tecnología, tan complejos, requieren un estudio ergonómico considerable y continuo desde el diseño hasta la valoración de cualquiera de los fallos que puedan producirse.
La calidad está en relación con la fiabilidad, pero es muy difícil, si no imposible, de medir. Tradicionalmente, en los sistemas de producción en cadena y por lotes, la calidad se controlaba inspeccionando el producto terminado, pero en la actualidad se combinan la producción y el mantenimiento de la calidad. Así, cada operador tiene una responsabilidad paralela, como inspector. Esto suele resultar más efectivo, pero puede significar el abandono de la política de incentivos basada simple- mente en las tasas de producción. En términos ergonómicos, lo normal es tratar al operador como una persona responsable y no como un robot programado para una actividad repetitiva.

Encuestas descriptivas transversales (II)

Es importante elegir unos indicadores que sean representa- tivos, válidos y específicos para todo tipo de encuestas. Al contrario que para el diagnóstico clínico, en una encuesta o en un programa de exploración selectiva sólo pueden realizarse un número reducido de pruebas y, por consiguiente, el valor predic- tivo de estas pruebas es importante. Los métodos poco sensibles no detectan la enfermedad de interés, mientras que los métodos muy sensibles producen demasiados resultados falsos positivos. Todas las actividades orientadas a la detección de casos (es decir, exploración selectiva) deben incluir también mecanismos para prestar asistencia a las personas que han dado resultados “posi- tivos”, tanto en términos de diagnóstico como de tratamiento. De lo contrario, el único resultado de estas actividades será la frustración, pudiendo el estudio causar más daños que beneficios.

martes, 7 de julio de 2015

Encuestas descriptivas transversales (I)

Las encuestas transversales suelen ser más útiles para fines prác- ticos y administrativos que científicos. Los principios epidemioló- gicos pueden aplicarse a las actividades sistemáticas de vigilancia en el contexto de la higiene industrial, entre ellas las siguientes:

• Observación de la morbilidad asociada a una profesión, un área de trabajo o determinadas exposiciones.
• Encuestas periódicas de los trabajadores expuestos a peligros profesionales conocidos.
• Exploración de los trabajadores que entran en contacto con nuevos peligros para la salud.
• Programas de control biológico.
• Encuestas sobre la exposición para identificar y cuantificar los peligros.
• Programas de exploración selectiva en diferentes grupos de trabajadores.
• Evaluación de la proporción de trabajadores que requieren controles preventivos o periódicos (p. ej., presión arterial, cardiopatía coronaria).

lunes, 6 de julio de 2015

Diseños de estudios transversales

En un sentido científico, un diseño transversal es una sección transversal de la población del estudio, sin tener en cuenta ninguna consideración relacionada con el tiempo. Tanto la expo- sición como la morbilidad (prevalencia) se miden en el mismo punto en el tiempo.
Desde el punto de vista etiológico, este tipo de estudio presenta muchas limitaciones, en parte porque sólo hace refe- rencia a la prevalencia, y pasan por alto la incidencia. La preva- lencia es una medida compuesta que depende tanto de la incidencia como de la duración de la enfermedad. Esto deter- mina que los estudios transversales tengan que limitarse a enfer- medades de larga duración. Otro problema incluso más grave es el marcado sesgo negativo causado por la eliminación, por problemas de salud, de las personas más sensibles a los efectos de la exposición en el grupo de expuestos. Por ello, los problemas etiológicos se resuelven mejor con diseños longitudinales. De hecho, los estudios transversales no permiten extraer ninguna conclusión sobre si la exposición precede a la enfermedad o viceversa. El diseño transversal sólo tiene sentido etiológico si existe una relación en tiempo real entre la exposición y el resul- tado, lo que significa que la exposición tiene que tener efectos inmediatos. Sin embargo, la exposición puede medirse transver- salmente de manera que represente un período más largo en el pasado (p. ej., el nivel sanguíneo de plomo) y su efecto medirse en términos de prevalencia (p. ej., velocidades de conducción nerviosa). Este estudio sería, por tanto, una mezcla de diseño longitudinal y transversal, y no una simple sección transversal de la población del estudio.

domingo, 5 de julio de 2015

Tasas detectables de enfermedades profesionales


sábado, 4 de julio de 2015

ESTUDIO DE CASO: INDUSTRIALIZACION Y PROBLEMAS DE SALUD EN EL TRABAJO EN CHINA (II)

Este rápido paso de la población activa agrícola al trabajo no agrario en las áreas rurales ha ejercido una fuerte presión sobre los recursos de los servicios de salud en el trabajo. La “Encuesta sobre necesidades del servicio de salud en el trabajo y contrame- didas en las empresas locales” (ENSSTCEL), realizada en 30 distritos elegidos aleatoriamente de 13 provincias y 2 municipios y organizada conjuntamente por el Ministerio de Salud Pública
(MSP) y el Ministerio de Agricultura (MA) en 1990, puso de relieve que la mayoría de las empresas locales no habían prestado los servicios de salud en el trabajo básicos (MSP 1992). La cober- tura de las cinco actividades ordinarias del servicio de salud en el trabajo realizadas por las instituciones de salud en el trabajo (IST)
y las estaciones de salud y prevención de epidemias (ESPE) para dichas empresas era muy escasa, sólo entre el 1,37 y el 35,64 %
(Tabla 20.6). Los servicios que requerían la aplicación de técnicas complejas o la participación de profesionales de salud del trabajo capacitados eran especialmente limitados. Por ejemplo, la inspec- ción preventiva de la salud en el trabajo, el reconocimiento físico de los trabajadores expuestos a riesgos y el control en el lugar de trabajo eran sin duda insuficientes.

viernes, 3 de julio de 2015

ESTUDIO DE CASO: INDUSTRIALIZACION Y PROBLEMAS DE SALUD EN EL TRABAJO EN CHINA (I)

Los agricultores chinos han logrado éxitos considerables en la industrialización rural y el desarrollo de empresas locales (Tabla 20.5). De hecho, para la población rural, estos procesos han constituido la oportunidad más importante de escapar de la pobreza con rapidez. Desde el decenio de 1970, más de 100 millones de agricultores han comenzado a trabajar en empresas locales, lo que representa una cifra de trabajadores superior a la de las plantillas de las empresas de propiedad estatal y propiedad colectiva municipal de entonces. Actualmente, uno de cada cinco trabajadores rurales desarrolla su actividad en una empresa local. De un 30 a un 60 % de la renta neta personal media de la población rural procede de la riqueza generada por estas unidades. En 1992, el valor de su producción ascendía al 30,8 % de la producción industrial nacional total. Se prevé que, en el año 2000, más de 140 millones de trabajadores agrarios excedentes (un 30 % de la población activa rural estimada) trabajen en las empresas locales (Chen 1993; China Daily, 5 de enero de 1993).

jueves, 2 de julio de 2015

La práctica de la evaluación económica (II)

Hay varias áreas de la evaluación económica en las que la práctica suele ser defectuosa. Por ejemplo, con relación a los dolores de espalda, que ocasionan grandes pérdidas a la sociedad por enfermedad relacionada con el trabajo, se discute sobre los diversos tratamientos disponibles y sus efectos. El trata- miento “anticuado” de esta dolencia consiste en guardar reposo en la cama, mientras que el preferido en la actualidad se basa en la actividad y el ejercicio para eliminar la tensión muscular que genera el dolor (Klaber Moffett y cols. 1995). Las evaluaciones económicas deben basarse en el conocimiento clínico, y éste suele ser incierto. Por tanto, sin una estimación cuidadosa de la eficacia de los conocimientos de base, la realización de modelos sobre los efectos económicos de intervenciones alternativas
toma de decisiones, como ocurre en el ámbito de la asistencia sanitaria (Freemantle y Maynard 1994).
Hay pocas evaluaciones económicas de alta calidad sobre inversiones en prevención encaminadas a reducir las enferme- dades y los accidentes relacionados con el trabajo. Como sucede en el ámbito de la asistencia sanitaria en general, los estudios disponibles suelen ser de poca calidad (Mason y Drummond 1995). Por tanto, los usuarios deben mantenerse alerta. Las evaluaciones económicas son esenciales, pero las deficiencias en la práctica ordinaria son tales que los usuarios de esta ciencia deben ser capaces de evaluar críticamente la base de conoci- mientos disponible antes de comprometer los escasos recursos de la sociedad.

miércoles, 1 de julio de 2015

La práctica de la evaluación económica (I)

Como en las demás áreas del conocimiento científico, hay una diferencia entre los principios de la evaluación económica y su práctica. Por tanto, al utilizar estudios sobre los aspectos econó- micos de las enfermedades y los accidentes profesionales, es esen- cial analizar las evaluaciones con cuidado. Los criterios para determinar su idoneidad fueron establecidos hace tiempo (p. ej., Drummond, Stoddart y Torrance 1987 y Maynard 1990). Alan Williams, pionero en esta tarea, elaboró hace más de dos décadas la siguiente relación de aspectos necesarios (Williams 1974):

• ¿Cuál es la pregunta concreta a la que se intentaba responder con el estudio?
• ¿Cuál es la pregunta a la que se ha respondido en realidad?
• ¿Cuáles son los objetivos supuestos de la actividad estudiada?
• ¿Mediante qué medidas se representan éstos?
• ¿Cómo están ponderadas?
• ¿Nos permiten establecer si los objetivos se están alcanzando?
• ¿Qué gama de opciones se consideraron?
• ¿Qué otras opciones podrían haberse considerado?
• ¿Se rechazaron o ignoraron justificadamente?
• Su consideración, ¿habría cambiado probablemente los resultados?
• ¿Es probable que alguien que no ha sido considerado en el análisis se vea afectado?
• En tal caso, ¿por qué fue excluido?
• El concepto de coste, ¿es más amplio y profundo que el gasto del organismo de que se trate?
• En caso contrario, ¿queda claro que dicho gasto engloba todos los recursos utilizados y representa con exactitud su valor si éstos se dedicaran a otros usos?
• En caso afirmativo, ¿se realizan las distinciones necesarias para incluir a todos los posibles beneficiarios y perjudicados, y se determina el coste de los recursos en función de su valor en su mejor uso alternativo?
• ¿Se tienen adecuadamente en cuenta las diferencias de calen- dario en las partidas de los flujos de costes y beneficios (p. ej., mediante el descuento) y, en tal caso, en qué proporción?
• En caso de incertidumbre o cuando existen márgenes de error conocidos, ¿se precisa el grado de sensibilidad del resultado con respecto a estos elementos?
• En líneas generales, ¿son los resultados lo suficientemente buenos para el trabajo en cuestión?
• ¿Hay alguien que lo haya hecho mejor?